Comentario
La familia tradicional es marcadamente patriarcal y agnática. La dirección de la familia correspondía al varón, quien también ocupaba un papel dirigente en la sociedad, la religión, la economía, la política o la cultura. A pesar de ello, la mujer podía poseer alguna influencia en esas esferas, siendo también valorado su papel en el seno de la familia.
La ley islámica autorizaba al hombre a tener cuatro mujeres, además de las concubinas esclavas que quisiera, con la condición de tratara a todas sus esposas en el mismo plano de igualdad y mantener correctamente a las concubinas. El adulterio era duramente castigado.
Los cargos políticos solían reservarse para los varones. La aparición pública de las mujeres estaba sumamente restringida, cuando no prohibida. La disposición de las casas -con las habitaciones de las mujeres en la parte más alejada de la puerta- o las recomendaciones hechas por los tratados morales limitaban el papel público de la mujer.